Creo en tu voz,
creo en la vida, en la noche, en tu alma y no creo en todo lo demás.
Creo en tu estrella, en aquella que busco en mi sueño mejor para poder luchar.
Creo en esas tardes que viví jugando a la pelota.
Creo que
educar es combatir y el silencio no es mi idioma.
Creo en tu sonrisa, creo en mi si te veo hoy, y si me pedís que no me rinda,
sigo por vos.